Si el suministro eléctrico se cortó por un largo tiempo, el medicamento debe descartarse o reemplazarse. Sin embargo, si el medicamento es absolutamente necesario para sostener la vida, puede utilizarse hasta que esté disponible un nuevo suministro. Debido a que los medicamentos sensibles a las temperaturas pierden su potencia si no están refrigerados, deben ser reemplazados con un nuevo suministro tan pronto como sea posible.
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