Tratamientos
Una mielofibrosis de bajo riesgo puede llegar a no demandar un tratamiento inmediato. Sin embargo, aquellas personas que representen un riesgo mayor pueden necesitar de un tratamiento más avanzado, como lo es el trasplante de médula ósea. Por último, en el caso de la mielofibrosis de riesgo intermedio, el tratamiento suele estar dirigido a controlar los síntomas.
- Tratamientos para la anemia:
- Transfusiones de sangre: Si tienes anemia grave, las transfusiones de sangre periódicas pueden aumentar el recuento de glóbulos rojos y aliviar los síntomas de la anemia, como la fatiga y la debilidad.
- Terapia con andrógenos: Tomar una versión sintética del andrógeno, una hormona masculina, puede estimular la producción de glóbulos rojos y aliviar la anemia grave en algunas personas.
- Tratamientos para el agrandamiento del bazo:
- Terapia con medicamentos: Atacan la mutación genética que se encuentra con mayor frecuencia en la mielofibrosis, se puede utilizar para reducir los síntomas de un bazo agrandado. Los ensayos clínicos están estudiando nuevos medicamentos de terapia con diana específica para la mielofibrosis.
- Quimioterapia: Puede contribuir a la reducción del tamaño del bazo y síntomas relacionados.
- Extracción quirúrgica del bazo (esplenectomía): extracción quirúrgica de este órgano si los síntomas no logran ser controlados.
- Radioterapia: Utilizada para matar las células en el caso de que no sea posible realizar una extracción quirúrgica.
- Trasplante de médula ósea:
Un trasplante de médula ósea, se utiliza para reemplazar la médula ósea enferma con células madre sanguíneas sanas.
Es importante saber que muchas personas con mielofibrosis, por motivos de edad, estabilidad de la enfermedad u otros problemas de salud, no reúnen las condiciones para recibir este tratamiento.
Estrategias de afrontamiento y apoyo.
MIELOFIBROSIS
Referencias:
https://www.lls.org/sites/default/files/file_assets/PS14S_Myelofibrosis_FactSheet_SPA10.12%20FINAL.pdf