Los síntomas suelen ser leves a moderados, como picazón, descamación o dolor de las lesiones.1 Sin embargo, las consecuencias cosméticas pueden ser importantes, teniendo un gran impacto en la calidad de vida y generando síntomas como ansiedad o depresión.2 Por esto, lo más importante es lograr un tratamiento que sea posible mantenerlo a largo plazo.1,2
Al ser una enfermedad crónica, va a requerir un tratamiento diario y continuo para manejar los síntomas, evitar los rebrotes y mejorar la calidad de vida. Abandonar el tratamiento o realizarlo de forma discontinua puede tener consecuencias serias, como rebrote de los síntomas, aumento del riesgo de complicaciones y pérdida de la calidad de vida.1,2
La adherencia se refiere a una decisión voluntaria del paciente de cumplir con el tratamiento elegido en conjunto entre paciente y doctor, teniendo en cuenta las preferencias y los resultados que espera obtener el paciente.2
1. Considerá la adherencia a largo plazo del régimen del tratamiento tópico
A la hora de evaluar con tu médico tu tratamiento tópico para la psoriasis, considerá que los tratamientos difíciles de aplicar o que consumen mucho tiempo del día hacen difícil mantenerlo a largo plazo. Busquen opciones que permitan combinar la simplificación del régimen terapéutico y la mejora de los síntomas.
Cuanto mayor es la satisfacción con el tratamiento tópico mejor es la adherencia, lo que tiende a mejorar la calidad de vida.
2. Aprendé sobre psoriasis.
La mejor manera de llevar un tratamiento a largo plazo es entender sobre la psoriasis.2 Hablá con tu dermatólogo para entender cómo ocurre la psoriasis, por qué reaparecen o empeoran los síntomas y cuáles son las diferentes opciones de tratamiento. Las claves para evitar los rebrotes y permanecer libre de síntomas por más tiempo son una buena adherencia al tratamiento y evitar los factores desencadenantes. 2
Determiná con tu especialista qué resultados esperás del tratamiento y cuál es la mejor manera de alcanzarlos.
3. Monitoreá tu progreso.
Es importante documentar o tener presente el avance de los síntomas, tanto si mejoran como si empeoran. 2 Por un lado, la motivación de ver cómo mejoran o desaparecen las placas de psoriasis hacen que sea más fácil mantener el tratamiento. 2,3 Por otro lado, nos permite reconocer de forma rápida si el tratamiento no está siendo efectivo o no cumple con los resultados esperados y modificar el tratamiento.2
4. Sistema de recordatorios.
La mejor forma de adherir al tratamiento es generar un hábito, para lograr realizarlo de forma cotidiana dentro de nuestra rutina diaria. Para ayudarnos a adquirir el hábito, podemos utilizar sistemas de recordatorios como aplicaciones en el celular, notificaciones del calendario o pastilleros.5
Solicitá a tu especialista información escrita sobre cómo y cada cuanto aplicar la medicación y pautas de alarma ante posibles efectos adversos.2,3
5. Abordá los aspectos psicológicos.
La psoriasis es una enfermedad crónica que puede tener un impacto importante en la calidad de vida de los pacientes.2,4 Es probable que experimentes rebrotes de los síntomas a pesar de un correcto tratamiento, debido a los factores desencadenantes como alcohol, tabaquismo, pequeñas lesiones en la piel o estrés, entre otros. Esto puede generar frustración, angustia, ansiedad o depresión. 2,4
Además, la psoriasis puede afectar zonas visibles y tener consecuencias cosméticas no deseadas, afectando aún más la salud mental y la calidad de vida de los pacientes. 2,4 Buscá apoyo emocional o psicológico a lo largo de todo el tratamiento de la psoriasis.4 Hablar con un profesional de la salud sobre las emociones que te genera la enfermedad y el tratamiento te puede ayudar a tener objetivos más alcanzables y mejorar la calidad de vida. 2,4
A veces es útil buscar grupos de apoyo entre pacientes con psoriasis, para ver cómo otras personas en la misma situación manejan su enfermedad.