La psoriasis típicamente causa lesiones en placas o parches, de color rojo, inflamatorios, con escamas de piel "plateadas", que pican o incluso duelen. Aparecen principalmente en codos, rodillas, cuero cabelludo y zona lumbar baja pero pueden afectar a cualquier parte del cuerpo.2
Placas rojizas en la piel
cubiertas con escamas
plateadas y gruesas.
Sequedad de piel.
Picazón, ardor o dolor
en las zonas.
Uñas engrosadas,
amarillentas y con
hendiduras.
Lo más importante es que recuerdes que la Psoriasis es una enfermedad inflamatoria que va más allá de la piel, en ocasiones puede avanzar y afectar a otras zonas incluyendo, entre otras zonas, las articulaciones (Artritis Psoriásica), por eso se le llama Enfermedad Psoriásica como un todo.
A veces, las lesiones de la psoriasis pueden llegar a tener un gran impacto en la calidad de vida, afectando la salud mental y las actividades del día a día de las personas que viven con psoriasis.2
La psoriasis es una enfermedad de toda la vida, pero se puede controlar. Con frecuencia puede manifestarse de forma intermitente, con brotes y remisiones. Los brotes o reagudizaciones se deben a factores que irritan la piel, como pequeñas lastimaduras o quemaduras solares. Suelen ser más habituales en invierno, después de beber alcohol o de vivir situaciones muy estresantes. Otros factores que pueden desencadenar brotes son algunos fármacos (como betabloqueantes, IECAs o litio), obesidad y tabaquismo.2